martes, 2 de junio de 2015

09 Hacia el realizativo


¿Por qué Austin habla de modos de uso “más allá del ámbito de la gramática tradicional” [§3]? La gramática es una reflexión antiquísima sobre el lenguaje; podemos decir que el lenguaje humano —a diferencia de los códigos de señales de los animales— tiene la propiedad de la auto-referencia, de manera que podríamos postular que la gramática (en tanto reflexión) nace con el lenguaje. Ahora bien, ¿qué tipo de reflexión sobre el lenguaje es la gramática? Con seguridad, habrá todo tipo de reflexiones que llevan ese nombre. Desde las comprensiones más inmediatas e ingenuas, hasta las construcciones más abstractas (como las gramáticas indúes, que tienen varios milenios). Sin embargo, podemos pensar que Austin está haciendo alusión a las que en Occidente empezaron a hacer la descripción de las estructuras superficiales de la lengua y que, en proporciones variables, tenían una dimensión prescriptiva (es decir, que predicaban un deber-ser en relación con el lenguaje). Por estas características (descripción de lo superficial y prescripción) es que no perciben lo que Austin plantea, pues el filósofo inglés está proponiendo una estructura subyacente y no busca decir cómo se debe hablar, sino cómo hablamos.

En otras palabras, el asunto que discute Austin no es específico de la estructura superficial del lenguaje, sino algo que es necesario inferir (lo cual no quiere decir que no haya indicios superficiales de ello). En ese sentido, considera ciertas palabras a las que llamará desconcertantes” [§3], pues nada informan sobre la realidad (supuesto asunto del enunciado), sino sobre las expresiones mismas. Por ejemplo, las palabras que se refieren a:

- circunstancias en que son formuladas las expresiones,
- restricciones a que están sometidas,
- manera como han de ser tomadas.

Para esta dimensión, podemos usar la categoría enunciación. Las “circunstancias” —como dice Austin [§3]— a las que se refieren las expresiones, son por ejemplo, las de tiempo y espacio. Veamos: palabras como ‘hoy’, ‘mañana’, ‘ahora’, o como ‘aquí’, ‘allá’, o como ‘yo’, ‘tú’, ‘él’… sólo tienen sentido en relación con el hecho de hablar (cambian todo el tiempo de referente, en función de quién tome la palabra, de cuándo lo hace, de dónde lo hace). Ya no se trata simplemente de elementos descritos por la gramática, pues tal transformación de la circunstancia en enunciado (enunciación enunciada) afecta otros componentes donde ya no podemos ver tales palabras. Por ejemplo, el desplazamiento de alguien puede ser para un hablante ‘ir’ y, para otro hablante, ‘venir’, asunto que la gramática no ve, pues considerará dos verbos distintos, pese a que la acción es una sola, pero la perspectiva de quien habla se ha pasado al verbo.

A este nivel, es fundamental entender que, entre la estructura superficial y el contexto donde utilizamos las frases, se pueden intercalar distintos niveles de racionalización. Uno de los cuales sería, entonces, lo que Austin propone como actos de habla. O sea que hay otros… que sólo son discriminables con ayuda de categorías.

Veamos ejemplos de los otros dos casos de palabras “desconcertantes”. Después de las palabras que hablan de las circunstancias en que la frase es proferida, según Austin, hay palabras que expresan ciertas “restricciones” para la expresión. Una de las más obvias, y que registra a su manera la gramática, es el condicional: como cuando usamos el “si…”; pero hay otras maneras de ejercer restricción, que no quedan contempladas por la gramática, como cuando un conjunto de frases termina diciendo “palabra de Dios”.

El tercer caso de palabras “desconcertantes” se refiere a la manera como tiene que ser tomado el enunciado. Por ejemplo, cuando decimos “Había una vez…”, una de las cosas que queda dicha es que lo que sigue ha de ser tomado de cierta forma (como ficción, por ejemplo).

Todo esto hace que Austin formule la idea de “falacia descriptiva” [§3]: es una falacia pensar que las expresiones lingüísticas sólo describen. De manera que es necesario acuñar el concepto de constatativos [§3 y la nota marcada con un asterisco] para aquellas frases que describen, y el concepto de realizativos [título entre §4 y §5 y la nota marcada con dos asteriscos] para las que, siendo de uso corriente, sin embargo no describen.

Una de las implicaciones que esto tiene podría ser el caso de constatativos que proferimos en clase (bien pueden ser tomados de una disciplina) pero que se encuentran subordinados a una función realizativa, gracias a una de estas expresiones desconcertantes. Veamos este caso: vamos a hacer una serie de constatativos sobre las propiedades de la célula, pero antes de empezar decimos: “el tema que vamos a ver hoy va a ser tema de examen en la próxima clase”.

16 comentarios:

  1. Con relación a lo que se dice de las circunstancias, tienen sentido en el hecho de habla y según entendí pueden cambiar con relación al tiempo y al espacio. Muchas de las palabras que expresamos dependen de la ocasión y del contexto en el cual son dichas, para que sean entendibles por la persona a quien le transmitimos la información, por ejemplo en una situación profesional que se vivencia con las palabras y las acciones (los actos de habla) sucede en educación física, cuando el profesor le dice a un estudiante:
    - “Tienes que saltar más.”
    El estudiante puede entender literalmente las palabras enunciadas por el docente y al analizar e intentar aplicar (realizar las acciones que las palabras conllevan) puede optar por varias acciones:
    - “Saltar más” se refiere a tiempo, por tanto señala dedicar un tiempo mayor a la actividad de saltar.
    - “Saltar más” se refiere a altura, por tanto le indica a la persona lograr una mayor altitud seguramente estableciendo una forma de medición confiable.
    - “Saltar más” alude a alcanzar una mayor distancia, ello posiblemente señala un punto de partida y un punto de llegada que puede ser alcanzado, básicamente, de dos formas: mediante un salto con una partida estática o un salto con una partida dinámica.
    De la misma forma esta palabra en otro contexto puede significar otra cosa, por ejemplo
    Si la persona se encuentra frente a un charco de agua el “Tienes que saltar más” se refiere a que si no da un salto bastante amplio puede caer en él.
    El docente emite sus palabras asumiendo que el mensaje que ellas conllevan contienen en sí mismas las acciones que el estudiante debe realizar y asumir como, posiblemente, mejoramiento tanto de su condición física como de sus calificaciones académicas. Las palabras enunciadas en una, aparentemente sencilla, oración gramatical, generan una serie de pensamientos y acciones, las cuales no necesariamente guardan correspondencia en el acto del habla.

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    1. Hola, María
      La idea de los actos de habla NO es la de plantear que el contexto es el que determina el sentido. Podríamos decir incluso que es lo contrario: que los actos de habla están incorporados a la estructura de nuestra comunicación, al punto que prometer, jurar, inquirir... no dependen de contexto alguno. Ahora bien, en el contexto contamos con ciertas presuposiciones que nos permiten omitir cierta información; o se da el caso en el que el acto de habla se forma por la conjunción de elementos (entre los cuales está el contexto), de manera que el enunciado puede ser, por ejemplo, constatativo y, sin embargo, forma parte de un acto realizativo. Pero nada de eso implica que el contexto determina el sentido. Más bien, podríamos decir que el contexto colabora.
      Ahora bien, en los casos que citas, el contexto permite eliminar la ambigüedad y optar por el sentido en el que está pensando el otro o, a lo sumo, si me equivoco, rápidamente voy a ser puesto en conocimiento. Así las cosas, la implicación para la educación que tiene la filosofía del lenguaje va mucho más allá de tener cuidado con la ambigüedad de las palabras.
      Es por eso que no se puede hablar, como haces al final, de una falta de correspondencia con el acto de habla. Puede que la frase genere en el oyente posibilidades que no estaban en la cabeza del hablante, pero esa escala de análisis no toca la escala del acto de habla.

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  2. La descripción y la prescripción por parte de las gramáticas, en relación con el lenguaje, inscribe a éstas -en su condición de surgimiento paralelo al del lenguaje-, como disciplinas en las que tiene lugar el constatativo y el realizativo, respectivamente, como propósitos llevados a cabo en el intento por identificar algo y, a la vez, marcar un camino y unas maneras de ser por las que debe transitar, de acuerdo con lo que se sostiene en la última entrega. Esto llama la atención porque se distancia de la idea que se tiene acerca de que la existencia del fenómeno es anterior, con mucho, a lo que se dice de él. Como decir que “se empieza a pensar en el objeto” en tiempos que no necesariamente coinciden con los de su surgimiento o manifestación. Las gramáticas se ocuparían, entonces, además de la descripción, de las circunstancias, las restricciones, y el cómo debe ser tomado el objeto lenguaje: ser y deber ser enunciado desde un saber constituido por el mismo lenguaje.
    ¿Se puede entender que hay una secuencia fenómeno – constatativo – realizativo en lo que sostiene Austin? ¿Esto sería una secuencia en todos los órdenes sociales? Porque las instituciones, las prácticas y las relaciones sociales pudieran estar atravesadas por esa misma secuencia, asunto sobre el que descansaría el acuerdo social, esto es, en los actos de habla, al margen de que sean articulados en la palabra o sometidos a la gestualidad y las señas. Se diría que no basta con el constatativo en los procesos de comunicación, sino que es necesario transformarlo en realizativo, o trocarlo en antecedente de uno de ellos. En lo religioso, lo escolar, lo familiar, ¿en lo científico y en la filosofía?… acaso ésta sea la alusión del título de la entrega, “Hacia el realizativo”, como la forma en la que confluyen, o intentan hacerlo, los actos de habla, mostrando qué ocurre cuando se habla, cómo se habla y qué efectos tiene esa manera de hablar en lo que se refiere a las dinámicas entre constativos y realizativos. En lo que toca a los propósitos de la cultura, ¿Todo es, finalmente, realizativo? En el caso de la escuela se comprende, desde Austin, su forma de ser y de hacer en lo que se denomina “cultura escolar”: Hacer-hacer, saber-hacer, hacer-saber, se ajustan a los propósitos escolares y se asientan en la secuencialidad ininterrumpida de los realizativos. La pregunta inmediata es si la escuela tiene la posibilidad de ser de otra manera, si el lenguaje y sus usos están determinando su posibilidades y sus fines…

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    1. Aura, cordial saludo
      La autoreferencialidad del lenguaje (poder hablar de sí mismo, sin salir de sí mismo) es distintiva, es fundamental para dar lugar a la condición humana. Pero eso no quiere decir que esa autoreferencialidad conduzca a un conocimiento sobre el lenguaje como el que produce, por ejemplo, la lingüística. De manera que las gramáticas --es lo que dice Austin-- no han acotado el acto de habla. La idea de que el fenómeno es anterior a su descripción es empirismo del más casto; la lingüística, en cambio, nació con gesto de Saussure según el cual "el punto de vista CREA el objeto". Para la investigación resulta crucial diferenciar entre el objeto aparentemente empírico (esa idea requiere de una inmensa codificación) y el objeto construido a partir de los conceptos.
      Las gramáticas tienen una legitimidad en su campo, en el marco de sus propósitos. Pero cuando se inscriben otros propósitos (como el de conocer a prueba de contexto), aparecen otras cosas. Eso no quiere decir que, en su indagación, las gramáticas no hayan hecho precisiones a las que luego las ciencias del lenguaje tienen que dar razón.
      El problema de tratar de unir la idea de "constatativo" a la idea de fenómeno es que se nos pierde algo que ya habíamos hablado: que "describir un estado de cosas" o "enunciar algún hecho" --como dice Austin-- requiere de unas formas lingüísticas, de unas maneras de decir, etc., que adquieren validez para una comunidad hablante en lugar y época específicos. Es por eso que tenemos constatativos a escala de las creencias más infundadas y a escala de las disciplinas más rigurosas. El acto de habla no diferencia ese tipo de cosas.
      Las otras inquietudes tendrán respuesta pronto...

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  3. Al abordar la gramática, se ve que no hay una definición validada al término, si no que se validan de acuerdo al plano del significado de la lengua, así como de la disciplina que lo estudia, el lenguaje juega un papel de normas con la que los individuos se comunican socialmente, pero esto depende del orden gramatical para inferir circunstancias, situaciones o acciones que deben ser constatadas o no, pero esto depende del modo de quien las usa, o de la acción que se quiere significar.
    Vemos como desde el habla y dependiendo de las gramáticas en donde estas se sitúan, se vuelven signos, que se producen de una forma distinta y pueden significar lo mismo, hay gramáticas como la de la filosofía que tiene una red de normas las cuales hay veces son difíciles de entender, ya que su forma de contenidos puede ser muy rígida y significante para quien la usa, pero puede pasar desapercibida para quien no la maneja . Creo que AUSTIN da una descripción en la que pone al interlocutor a hablar en los desaciertos que comete frente al constatar sus modos de ver e interpretar el significado de sus razonamientos y como los profiere para hacerlos válidos, en el lugar y tiempo para su validez.

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    1. No entendemos lo que dices, además de que hay demasiados errores.

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  4. Buenas tardes profesores y compañeros:
    Si los constativos que se profieren en clase para enseñar no provienen de la teoría de una disciplina, entonces los realizativos que se usan para que el estudiante aprenda no desencadenarán en el acto afortunado de aprender a través de la comprensión de conceptos. Por ejemplo, si un maestro se propone enseñar qué es una fábula y dice a sus estudiantes “hoy vamos a aprender qué es una fábula” (realizativo) y luego afirma (a través de un constativo) que “la fábula es una composición literaria breve en la que los personajes son animales o cosas inanimadas que presentan características humanas y qué siempre dejan una enseñanza”, ya se vislumbra que la expresión: “hoy vamos a aprender qué es una fábula” será desafortunada, pues a pesar de ser el maestro la persona apropiada para enseñar, es necesario que para que lo logre haga uso de la teoría literaria para enseñar, pues en mi ejemplo, el maestro solo está acercando al estudiante a la definición de fábula que circula en los textos escolares o en Wikipedia. Para que el realizativo en mención sea afortunado sería necesario que el maestro esté apropiado del saber disciplinar, que se interese por lograr que los estudiantes lleguen a comprender los conceptos y no tanto en que memoricen definiciones estereotipadas, y además, es necesario que los estudiantes deseen aprender. Es por esto que la reflexión sobre la enseñanza va más allá del cómo debe ser, pues sobre el deber ser todos opinan, pero sobre el cómo está desarrollándose este proceso complejo en la escuela, pocas veces nos preguntamos.

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    1. Hola, Gisela
      De acuerdo en que hay una correlación entre la especificidad de los constatativos del profesor y el tipo de realizativos que haría, toda vez que es en función de su postura frente al saber que profiere unos y otros.
      Y tu ejemplo es excelente. Con seguridad algo similar está sucediendo por todas partes, en relación con todas las disciplinas...
      Tal como dices, el deseo de aprender es fundamental, pero depende de la relación, no es algo que está ya en el aprendiz y que simplemente basta con echarle agüita.
      De acuerdo también en que todo eso implica que la enseñanza va más allá del deber-ser (en relación con el cual todos tenemos algo que decir), pues lo que interesa es "cómo está desarrollándose este proceso complejo en la escuela", como dices, que sería el asunto de la investigación.

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  5. Muy buenas noches profesores y compañeros:

    Reflexionar sobre el quehacer pedagógico y las diferentes estrategías que el maestro utiliza para explicar un determinado tema, permite comprender que es el resultado de cumulos que se han ido instaurando de la experiencia vivida no sólo como maestro sino como estudiante. Con esto deseo manifestar, que muchas veces nos quedamos en simples enunciaciones (constativos) y pretendemos que esos enunciados trasciendan en a vida de nuestros estudiantes pero no de manera reflexiva, critica y categorial sino de manera mecanica, es decir que buscamos respuestas o compartamientos que permitan aprobar lo enseñado (realizativo).

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  6. Hola, Didacosa
    Una cosa es responder "estratégicamente" (buenas maneras para resolver problemas) y otra cosa es asumir el desafío del grupo humano con un saber. La estategia apunta a lo bien hecho, ir armado de saber apunta a la incertidumbre del encuentro. Cuando nuestro hacer depende de nuestra experiencia como maestro y como estudiantes, quiere decir que el aporte de la relación con el saber es poca. Es asumir la enseñanza como algo que "se aprende haciendo", y no como las respuestas posibles, dado que se tiene una relación con el saber. En el primer caso, estamos tentados a "motivar", a "ayudar", a mostrar imágenes. En el segundo caso, estamos tentados a "problematizar", a "desestabilizar", a pasar a lo inteligible, más allá de la imagen.
    En el primer caso, se forma una "mecánica", como dices, un aprendizaje de "ensayo/error" por parte del maestro, donde lo "bueno" es lo que "funciona". Camino por el que abandonar el saber es fácil, a favor de lo que les gusta a los estudiantes. Pero, para eso, no habría necesidad de escuela, de maestro, no habría necesidad de estudiar una carrera.

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  7. Buenas noches profesores y compañeros
    En el aula constantemente utilizamos constatativos subordinados por realizativos, que obedecen a conceptos hallados en libros desactualizados. Esta entrega y el encuentro presencial me han permitido asumir una postura reflexiva frente a la practica desarrollada al interior del aula, estas practicas se han limitado a reproducir conceptos en muchas ocasiones erroneos y desactualizados, el estudiante no es crítico frente a lo que se imparte presisamente porque nos pegamos a los textos sin abrir otras posibilidades, sin analizar otras posturas. Lo más preocupante es cundo nuestros estudiantes son niños que creen en todo lo que su docente dice.

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  8. Buenas tardes:
    Como fue abordado en el encuentro, en la educación se hace evidente como los docentes enunciamos constatativos mezclados con realizativos, que corresponden a las tareas, evaluaciones, indicaciones y llamados de atención , y por supuesto el resultado son estudiantes que” repiten cosas”. Lograr que nuestros estudiantes “piensen a propósito de un saber” requiere que las reglas del juego sean claras, que nuestros constatativos como afirmó usted profesor “ se refieran a las condiciones de producción de los enunciados de los constatativos que haremos después”, y con las reglas claras, seguramente esos estudiantes quieran aprender.

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  9. Buenas tardes profesores y compañeros:
    Al leer la entrada pienso en la forma como configura y desarrolla la investigación Austin, como desde el estudio y análisis de una estructura definida por filósofos y gramáticos la cual en la época de la realización de la investigación del autor podría considerase completa e inamovible, él encuentra que existen falencias puesto que evidencia que esta da cuenta de cómo se debe hablar y no de cómo se habla (el deber ser y no de la realidad de lo cotidiano); el expone de cómo se constituyen los actos del habla partiendo de la figura básica de la gramática las oraciones y dentro de ellas los enunciados eje fundamental del trabajo, desglosa las categorías que conforman su propuesta generando una teoría al respecto.

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  10. Buenos días: Los planteamientos de Austin permiten reflexionar sobre la manera como el lenguaje está inserto de manera profunda en la vida del hombre, tanto así, que se vale de este para actuar. En este sentido, el lenguaje no sería un reflejo de la realidad, sino la realidad misma. Es así como los aportes de Austin pretenden ir más allá de aspectos superficiales de la lengua teniendo en cuenta elementos como intencionalidad o consecuencias de un enunciado proferido, que son propios del lenguaje en uso (real), de acuerdo con una situación comunicativa particular, superando los alcances de la gramática como instrumento científico para explicar el fenómeno lingüístico desde un deber ser (ideal).

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  11. Buenas tardes compañeros, compañeras y profesores.
    Cuando Austin menciona “más allá del ámbito de la gramática tradicional” yo pude reflexionar sobre como la articulación del contexto con respecto a lo dicho por un sujeto puede permitir la interpretación subjetiva de los contenidos temáticos que se quieran expresar, como por ejemplo cuando se realiza una clase matemáticas es muy común que el profesor para iniciar tema nuevo mencione un realizativo sobre que se va a enseñar en la sesión y a continuación se expresa una definición por medio de formula algebraica esto permitiendo entender un constantativos sin necesidad de buscar que el estudiante primero que todo comprenda el contexto donde la teoría surgió para comprender que función tiene en el diario vivir, por tal motivo cuando se habla que “…solo tienen sentido en relación con el hecho de hablar” lo puedo entender que los conectores aunque tenga un sentido gramática puede transformar su significado según el contexto completo que se utiliza, pero quisiera pregunta si de la misma forma como un conector puede cambiar su intención gramática a partir del contexto, también ¿podría cambiar su definición a partir del tono de voz?

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  12. Buenas tarde profesores y compañeros,
    Esta entrada me lleva a seguir pensado en mis actos de habla con los niños a los que enseño a leer y escribir. Pues de forma sencilla uso la gramática tradicional haciendo explicaciones desde realizativos y constatativos para obtener los resultados que se piden. Lo que hace que los niños no hagan una experiencia significativa de los procesos escriturales y de lectura sino que memoricen y combinen los elementos dados. Para que la enseñanza fuera un acto realizativo mis procesos de enseñanza deberían cambiar, pero como hacer conciencia de cada acto de habla que expreso frente a mis alumno?

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